Es responsabilidad del profesor crear un ambiente propicio, que invite a sus alumnos a ser los creadores de sus propios aprendizajes. Para lograr ésto, las actividades en nuestras aulas deben consistir en una constante resolución de problemas por medio de reflexiones y cuestionamientos.
Por tanto hemos de propiciar en el salón de clases discusiones fructíferas, para que sean ellos, los propios alumnos, quienes de manera activa elaboren sus conclusiones, es decir su propio aprendizaje. Necesitan llegar a darse cuenta que sólos pueden aprender, si lo hacen por sí mismos, activa y voluntariamente, en el proceso.
Por tanto hemos de propiciar en el salón de clases discusiones fructíferas, para que sean ellos, los propios alumnos, quienes de manera activa elaboren sus conclusiones, es decir su propio aprendizaje. Necesitan llegar a darse cuenta que sólos pueden aprender, si lo hacen por sí mismos, activa y voluntariamente, en el proceso.
Por otro lado, el rol de los profesores en el aula, no tiene que ser siempre el de enseñar o explicar la lección, siendo así los únicos supuestamente dotados de conocimientos, por el contrario, la mejor manera de aprender es enseñando a otros lo que uno conoce y aprendiendo de ellos.
Si logramos que en nuestras aulas de sean los propios alumnos los que corrijan y aclaren confusiones, tenemos ya un indicador de una comprensión verdadera del tema analizado. Esto además puede servirnos para evaluar el conocimiento de los mismos, ya que estos diálogos nos demuestran más información que un examen o prueba.
Rosa Beatriz Vásquez Loli